Bodega Icónica · Estrella Michelin · Enoturismo

Pago de Carraovejas es el origen de un sueño. El sueño que inicio José María Ruiz en 1987 con nueve hectáreas de viñedo. Ahora, su hijo Pedro Ruiz está al frente del proyecto. En la bodega se encuentra el restaurante Estrella Michelin Ambivium, con Cristóbal Muñoz en los fogones y Fernando Moret en sumillería. Es aquí donde elaboran sus tres vinos: Pago de Carraovejas, El Anejón y Cuesta de las Liebres. Su experiencia enoturística es sensacional, algo único en la Ribera del Duero.

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Pago de Carraovejas es el origen de Alma Carraovejas. En la actualidad, Alma Carraovejas engloba siete proyectos bodegueros en diferentes puntos de la Península: Pago de Carraovejas, Ossian, Milsetentayseis, Emilio Rojo, Aiurri, Marañones y Tricó. Ademas de su proyecto gastronómico Ambivium, con Estrella Michelin, su importadora SV Wines y su fundación Cultura Líquida.

Una experiencia única en la Ribera del Duero

La cava de Ambivium alberga más de 4.500 referencias de vino de todo el mundo. Entre 12.000 y 13.000 botellas. Esta es la carta física del restaurante. Los mejores vinos y espumosos de los dos hemisferios están aquí. Y de esto se encarga Fernando Moret, sumiller galardonado con múltiples premios, el más reciente: 5 Top Young Sommeliers 2024.

Tienen varios tipos de visitas, nosotras hicimos Territorios y Armonías (92€). Dura tres horas e incluye la cata de seis vinos de Alma, acompañados de seis propuestas gastronómicas de Restaurante Ambivium.

La visita comienza admirando la finca, con vistas al Castillo de Peñafiel, y descubriendo la bodega. Hasta llegar a la sala de barricas, donde se hace la primera cata de dos de sus vinos: Milsetentayseis y el Vino de Autor de José María (este solo se puede adquirir en el restaurante José María de Segovia o degustar en esta cata). Acompañados de dos tapas: Escabeche de codorniz sobre remolacha y Pastela mozárabe de cochinillo a baja temperatura.

Después de conocer la sala de barricas, los depósitos y el resto de entresijos de la bodega; pasamos a la sala de catas. Aquí es donde probamos cuatro de sus vinos insignia: Viña Meín - Emilio Rojo, OSSIAN, Marañones y Pago de Carraovejas. Acompañados de cuatro tapas: Buñuelo de vieira, Tartaleta de trucha, Ravioli de gallo de corral y Rabo de toro.

Una experiencia mágica. Poder disfrutar de estos vinazos con las propuestas de uno de los mejores restaurantes de España, es una gozada. Os recomiendo muchísimo hacer esta visita, vale más de lo que cuesta.