La Capa
Hemos comido rico, hemos bebido de porrón y hemos vuelto a Carabanchel. A mí me han traído Rafa y Rubén, mis amigos artistas, por eso que dicen que es el nuevo epicentro del arte en Madrid. Aquí hay un montón de galerías y La Capa, es el punto de encuentro para muchos. Tres colegas muy majetes que han vuelto a dar vida a un proyecto sincero, donde se come y se bebe bien, sin tonterías. Los huevos fritos con 'kokotxas’, el escalope de pollo y la ensaladilla. Y aquí no hay dobles turnos, porque la sobremesa es sagrada.
Roostiq Madrid
Roostiq lleva 6 años abierto y sigue lleno cada noche. El torrezno es una religión. A diario llegan desde su finca de Ávila todas sus verduras ecológicas y carnes de animales criados en libertad. En su horno de leña preparan pizzas napolitanas, de fermentación lenta. Esta con burrata, jamón ibérico de bellota y trufa es su insignia. Sobre las brasas de su parrilla de carbón asan sus verduras y sus carnes, destacando sus pollos de corral: muslos, contramuslos y alitas. Para terminar, el tiramisú hecho al momento y la tarta de queso. También hay sitio para el buen beber, con una carta de más de 500 vinos, muchos de ellos internacionales, y más de 120 referencias de champán.